La presentación se llevó a cabo en la sede de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y estuvo a cargo de Julieta von Thüngen, coordinadora del estudio; y de Jaime Bernardos, docente e investigador de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam).  Estuvieron presentes el director de la Casa de La Pampa, Pablo Rubio, en representación de la Secretaría de Turismo provincial, y el presidente de la Asociación de Turismo Cinegético de La Pampa, Gustavo Roncaglione. En tanto, la subdirectora de Fauna del Ministerio de la Producción de La Pampa, Adriana García, y la coordinadora del Área de Fauna Silvestre, Susana Delarada, participaron en forma virtual.
“Los anátidos son especies que están sujetas a la caza y cualquier recurso que está siendo utilizado necesita un monitoreo de su abundancia a fin de mantener ese recurso a perpetuidad. Cualquier extracción tiene que estar siempre estudiada y controlada para poder asegurar eso a futuro”, señaló Bernardos.  El estudio -realizado entre junio y septiembre de 2022-  abarcó las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y La Pampa, en las que se relevaron un total de 711 lagunas y 14 especies de patos. “Si bien en La Pampa no está habilitada la caza de anátidos porque las densidades no son tan altas como en Buenos Aires o Entre Ríos, se decidió incorporarla al estudio porque es conveniente determinar la cantidad de individuos que hay en la región”, explicó el investigador de la UNLPam.
En la provincia de La Pampa, sobre un total de 848 lagunas se analizaron 82 (un 9,67% del total), contabilizándose 3.022 patos, principalmente de las especies maicero y barcino. Durante la presentación los expositores remarcaron la importancia de darle continuidad al estudio, que sirve de sustento a la hora de diseñar políticas públicas y reglamentar el turismo cinegético. En ese sentido, Roncaglione aseguró que “el estudio fue impulsado por la Cámara Argentina de Turismo Cinegético y Conservacionismo con el objetivo de conseguir nuevas herramientas para aportar a la autoridades, para tomar las mejores decisiones posibles en materia de regulación de la cacería”.
El equipo de investigación estuvo integrado por profesionales y académicos de la UNLPam, el CONICET, INTA Castelar, INTA Balcarce y la CATCyC.